viernes, 7 de febrero de 2014

El cuento de invierno, Acto IV Escena III

"¡Oh, Prosperina! ¡Que no tenga a mi disposición las flores que, en tu espanto, dejas caer del carro de Plutón! ¡Los narcisos, que preceden a las intrépidas golondrinas y cuya belleza cautiva a los vientos de marzo! ¡Las violetas, obscuras, pero más deliciosas que las pupilas de Juno y el aliento de Citerea! ¡Las pálidas primaveras, que mueren vírgenes antes de haber podido contemplar el brillante sol en toda su fuerza, enfermedad frecuente entre las vírgenes! ¡La orgullosa prímula y la corona imperial! ¡Lirios de todas clases, de que forma parte la flor de lis! (A Florisel.) ¡Oh, me faltan de éstas para haceros guirnaldas, y cubriros todo entero, mi dulce amigo!"

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