sábado, 12 de agosto de 2017

de Beauvoir a Algren [30 de octubre de 1947]

Jueves [30 de octubre de 1947]
Nelson, mi amor:
En cuanto envío una carta por correo me siento tan frustrada que enseguida he de empezar otra. Nunca tengo la sensación de haberte dicho lo que te quería decir, pues el amor no es algo que se pueda decir. Me fui a la cama y titubeé un poco, habría sido delicioso apagar las luces y, con el sueño, pensar en ti; escribir es algo que exige mayores esfuerzos, pero la escritura resulta más real, aunque, en cierto modo, sea engañosa. Es engañosa, porque a ti no te importa si esta carta ha sido escrita precisamente ahora, y a mí me parece importante contarte lo que siento. Ahora: extraña palabra cuando ni siquiera nuestros relojes marcan la misma hora, y que tanto significa en cambio cuando nuestros labios se encuentran, cuando decimos <<ahora, ahora estás conmigo, ahora te tengo>>. Sé que no te importan demasiado las palabras, sé que piensas que a mí me gustan demasiado, y que siempre estoy dándole a la lengua y a la pluma. Tienes razón, pero es que sólo dispongo de las palabras para que me ayuden a esperarte.
Me conmoví hondamente cuando leí en tu carta que amabas, así como mis ojos, mi manera de amar. Y pensé que debía decirte que esa manera de amar es por ti. Siempre he tenido los mismo ojos, pero nunca he amado a nadie de esta manera, esto debe saberlo: nunca he amado a nadie con tanto placer en el amor y tanto amor en el placer, con tanta fiebre y tanta paz, de esta manera que a ti te gusta. He sentido real y totalmente que era una mujer en brazos de un hombre, y eso significó mucho, muchísimo, para mí. Nadie podría haberme dado algo mejor. Buenas noches, cariño. Cuesta mucho decirlo, cuesta muchísimo más que antes de ir a Wabansia. Ven a mi lado, querido mío, y tómame en tus manos fuertes, suaves, codiciosas. Las espero, te espero a ti.

domingo, 30 de julio de 2017

Hermosas imágenes [Simone de Beauvoir]

"Catherine vacila un instante; la sonrisa de su madre la decide: "Mamá, ¿Por qué existimos?"
Es la clase de preguntas que los niños nos asestan mientras uno sólo piensa en vender revestimientos de madera. Responder en seguida: "Mi amor, estaríamos muy tristes tu papá y yo si tú no existieras." "¿Pero si ustedes tampoco existieran?"
Qué ansiedad en los ojos de esa niña que trato aún como si tuviera dos años. ¿Por qué se hace esa pregunta? Era eso lo que la hacía llorar.
—¿No estabas contenta, esta tarde, de que tú, yo, todo el mundo existiéramos?
Sí.
Catherine no parece muy convencida. De pronto, Laurence tiene una iluminación:
Existimos para hacernos felices los unos a los otros dice con ímpetu. Está bastante orgullosa de su respuesta.
Con el rostro ensombrecido, Catherine continúa reflexionando; o más bien buscando sus palabras:
Pero las personas que no son felices, ¿por qué existen?
Acabáramos. Por fin llegamos al punto importante.
¿Has visto personas desgraciadas? ¿Dónde, querida?
Catherine calla, con aire receloso. ¿Dónde? Goya es alegre y apenas habla francés. El barrio es lujoso: ni vagabundos, ni mendigos; ¿en los libros, entonces? ¿Las compañeras de escuela?
 ¿Tienes compañeras que son desgraciadas?
¡Oh no!
Louise se agita en la cama y ya sería hora de que Catherine duerma. Visiblemente, no tiene ganas de hablar más: se necesitaría tiempo para decidirla.
Oye, hablaremos de todo esto mañana. Pero si conoces personas desgraciadas, trataremos de hacer algo por ellas. Se puede cuidar a los enfermos, dar dinero a los pobres. Se puede hacer cantidad de cosas.
¿Crees? ¿Para todo el mundo?"

miércoles, 14 de junio de 2017

Rilke, I

Alejarse ahora de todo esto confuso,
Que es nuestro pero no nos pertenece,
Que, como el agua en las viejas fuentes,
Nos refleja temblando y descompone la imagen;
De todo esto, que como con espinas
Se agarra una vez más a nosotros… alejarse
Y a esto y a éste,
Que ya no veíamos
(tan cotidianos y acostumbrados eran),
Contemplarlos de pronto: suaves, conciliadores
Y como en un principio y de cerca;
Y presintiendo comprender que impersonalmente,
Qué por igual cayó el sufrimiento sobre todos,
Del que la infancia estaba llena hasta el borde:
Y sin embargo irse entonces, arrancando la mano
de la mano,
como desgarrando de nuevo algo ya sanado,
y marcharse: ¿a dónde? A lo incierto,
lejos, a un país cálido e inmóvil,
que tras toda acción, como un decorado,
seguirá indiferente: jardín o muro;
y marcharse: ¿Por qué? Por impulso, por
temperamento, por impaciencia, por esperanza oscura,
por incomprensibilidad y por incomprensión.
Tomar todo esto sobre sí y en vano
Dejar caer algo que quizá se tenía,
Para morir solo, sin saber por qué…
¿Es esto la entrada a una nueva vida?

domingo, 11 de junio de 2017

[El futuro], J. Cortázar

Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

Bolero, J. Cortázar

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

sábado, 10 de junio de 2017

de Beauvoir a Algren I

Martes por la tarde [21 de octubre de 1947]

"(...) Al volver del hotel al cafetín en que te estoy escribiendo, pensaba que esta hermosa noche de neblina se parece a ti. Si tú no sientes que eres como una hermosa noche de neblina, no te lo puedo explicar. Triste en la felicidad, riéndome de pena, como en el poema de Villon:
                                                    Me muero de sed junto a una fuente
                                                    Río llorando y lloro riendo...
Y hay muchos misterios más hondos en las delicadas hojas de los árboles que en la brillantez de la tarde. Hay una extraña media luna amarillenta, un sentido pleno y abundoso, que se susurra en la penumbra. Bueno, no te puedo describir, y menos aún en inglés, cómo es una hermosa noche de niebla en X. Es algo que amo más que ninguna otra cosa en el mundo."

C'est la vie

Des yeux qui font baisser les miens
Un rire qui se perd sur sa bouche
Voilà le portrait sans retouche
De l'homme auquel j'appartiens
Quand il me prend dans ses bras
Il me parle tout bas
Je vois la vie en rose
Il me dit des mots d'amour
Des mots de tous le jours
Et ça me fait quelque chose
Il est entré dans mon coeur
Une part de bonheur
Dont je connais la cause
C'est lui pour moi
Moi pour lui
Dans la vie
Il me l'a dit, l'a juré pour la vie
Et dès que je l'aperçois
Alors je sens en moi, mon coeur qui bat
When he takes me in his arms
And whispers love to me
Everything's lovely
It's him for me and me for him
All our lives
And it's so real what I feel
This is why
Et dès que je l'aperçois
Alors je sens en moi, mon coeur qui bat
La vie
La vie en rose, la vie en rose
Ohh, la vie
La vie en rose
La vie en rose, la vie en rose
La vie en rose, la vie en rose
La vie en rose, la vie en rose
La vie en rose, la vie en rose
Je t'aime voir toujours