martes, 18 de marzo de 2014

Al faro; El faro, 13

"Cam contempló la inmensa extensión del mar. La isla se había vuelto tan pequeña que apenas parecía ya una hoja. Parecía, más bien, la cima de una roca que una ola grande habría de cubrir. No obstante, dentro de su fragilidad, contenía todos esos senderos, esas terrazas, esos dormitorios, todos esos innumerables objetos. Pero, del mismo modo que justo en el momento de dormirnos se simplifican las cosas al punto que una sola tiene, entre mil detalles, poder para imponerse, del mismo modo tenía la impresión al pasear por la isla su mirada somnolienta, de que todos esos senderos, todas esas terrazas, todo esos dormitorios se esfumaban, y solo permanecía un incensario pálido y azul que oscilaba con movimiento rítimico a un lado y a otro de su mente. Era un jardín colgante; era un valle lleno de pájaros, y flores, y antílopes... Se estaba quedando dormida."

No hay comentarios:

Publicar un comentario