sábado, 12 de abril de 2014

La sombra de un árbol
bajo la noche azulada del mundo,
la red invisible de todos los tiempos
y el color palidecente
de la unidad pretérito-presente.

Frente a la luna
a la espera de la sombra cenicienta,
asido a la más profunda incertidumbre
mientras vibra el aire 
por el recuerdo de su voz,
que se asemeja 
al caos 
en los orígenes del todo,
y el temor
ante la espera,
la inagotable espera,
de la herida que sanó.

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